Durante los últimos años, los bancos comunitarios de semillas se han convertido en una respuesta inmediata y efectiva para los agricultores, brindándoles la oportunidad de almacenar y acceder a variedades adaptadas a la variabilidad climática de su zona.
Estos bancos no solo garantizan la producción, sino que también contribuyen a la seguridad alimentaria de las familias y sus ingresos.
Uno de los ejemplos más destacados es el Banco de Semilla "La Bendición", ubicado en la comunidad Piedras Anchas, en el municipio de Condega, departamento de Estelí.
Este banco ha permitido durante los últimos diez años que alrededor de 20 productores acopien semillas de maíz y frijol, granos que se convierten en una solución esencial en cada ciclo de siembra.
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Desde su fundación, el banco de semillas "La Bendición" ha logrado no solo almacenar granos y semillas de sus socios, sino también facilitar la producción a aquellos agricultores que, debido a condiciones climáticas adversas o a la falta de recursos económicos, se ven limitados en su capacidad para trabajar la tierra.
El año pasado los rendimientos productivos se vieron afectados por exceso de lluvia. Sin embargo, este año 2025 el banco ha logrado acopiar suficientes semillas para apoyar a los productores en el ciclo de siembra que inicia en mayo, según explicó Herminio Gutiérrez, productor y presidente del banco de semillas.
Además, en cada proceso de selección y validación de semillas, los agricultores han contado con el acompañamiento del Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria (INTA), lo que garantiza la calidad y adaptabilidad de las semillas a las condiciones locales.