"Vendíamos elotes, tamales, se fogueaba mucho uno en eso porque yo me levantaba a la una de la mañana a cocer 300 elotes", cuenta Elvin Antonio López Rugama, un padre que ha dedicado 14 años de su vida a la preparación y venta de alimentos.
Elvin es originario de la comunidad de Musulí, en el municipio de Palacagüina, en el departamento de Madriz, que busca llevar el sustento del día a su hogar con la venta de productos derivados del maíz y otras comidas.
Lo primero que hace cada mañana es darle gracias a Dios por un nuevo día, pero también por la oportunidad de salir a vender las riquísimas y auténticas enchiladas de papa y pollo en los autobuses.
"Yo camino vendiendo en los buses para sacar a mis hijos adelante, también ofrezco pollo rostizado, enchiladas, papas rellenas, tacos y frescos naturales", comenta esta hombre de 50 años de edad que trabaja desde las 7 de la mañana. "Mi Señor me bendice y es raro que se me quede venta", asegura este papá.
Para sus hijos, Elvin no solo ha sido un proveedor, sino también amigo y consejero, su deseo es que se conviertan en personas de bien para la sociedad. "Mi deseo es que salgan adelante, que se preparen, tengo tres estudiando, al pequeño lo tengo en preescolar se preparen", manifiesta.
Detrás de este hombre está su esposa doña Fátima Matute, quien le da la sazón completa a los alimentos y bebidas que este abnegado padre sale a vender cada día. "Primero me levanto a hacer el arroz, la carne molida, a freír papas, freír el pollo, cuando las ventas estaban mejores hacía 70 enchiladas", cuenta doña Fátima.
Para ella, Elvin Antonio López Rugama ha sido un excelente esposo y padre, juntos han formado un equipo que sabido administrar el hogar y la familia. Es padre de 6 hijos y con cada uno de ellos ha cumplido su responsabilidad de padre.
